miércoles, 13 de octubre de 2010

Duele.-

Con los pies sobre la tierra, abro los ojos y miro la realidad, miro mi realidad. Duele ver que las cosas no salen como uno las planea, duele entender que perdiste a la única persona que supiste querer. Duele darse cuenta que ya no sirve de nada lamentarse de las cosas que pasaron y desear que el tiempo vuelva atrás, porque el tiempo no vuelve; la vida sigue y con ella ese dolor intacto. 
Quizá el amor no es para cualquiera, quizá hay gente que nació para estar acompañada de soledad y nada más; porque alguna vez sintieron amor, o algo parecido al amor y lo dejaron escapar, tal vez por orgullo, por cobardía, por miedo o por lo que sea. Quizá yo soy una de esas personas.
A veces duele ver, sentir y comprender que la soledad es y va ser siempre tu única compañera. Duele tener un corazón tan frío y escaso de sentimientos. Duele equivocarse y crear una ilusión que nunca deja de ser más que eso.. una simple ilusión. Duele creer en palabras, que quizá sonaban sinceras.. Pero, después de todo eran solamente palabras y las palabras se las lleva el viento.
Y el corazón también se cansa de sufrir, de sentir dolor, tristeza y decepciones. El corazón se cansa, se endurece y quiere dejar de sentir. O por lo menos el mío, está cerrado hoy más que nunca para no sentir dolor ni nada parecido, nunca, nunca más.
Ya no tiene que doler, se supone que no tiene que doler. Ya no..-